viernes, 15 de agosto de 2008

Dejar otro grupo

Dar clases de artes marciales es una actividad maravillosa, en la que se conoce a mucha gente maravillosa y en la que uno comparte con otros aquello que mas le apasiona. Por medio de esta actividad se conoce a gente maravillosa, alumnos dedicados, nuevos amigos e incluso compañeros del camino marcial. Una de las experiencias mas comunes es la de que un alumno abandone la práctica. Esto es común entre alumnos nuevos y experimentados. La vida nos va llevando por diferentes caminos y nos aleja con la misma facilidad que nos acercó en un inicio. A mi me ha tocado tener a muchísimos alumnos que han pasado por mi clase. Algunos practicaron algunas cuantas semanas y otros fueron mis alumnos por varios años. Sin embargo, me ha tocado vivir una experiencia peculiar y esta es la del profesor que se retira a vivir a otra ciudad y que “abandona” a sus alumnos. Esto me ha pasado en dos ocasiones. En enero de 2006 me mudé a vivir a Bélgica, dejando atrás un grupo maravilloso de practicantes mexicanos. Ahora, me toca regresar a México y dejar atrás un grupo pequeño, pero sustancioso de alumnos. Mis queridos Egemen, Teresa, Rozenn, Syd y Els. Estos cinco alumnos hicieron de la experiencia de dar clases de tai chi una delicia. Semana a semana me reunía con mis alumnos a compartir diferentes aspectos del tai chi. En un inicio, tenía muchos mas alumnos, pero estos cinco fueron los que aguantaron hasta el final de los casi dos años que di clases en Bélgica.

La despedida fue muy emotiva, ya que generamos lazos muy fuertes y una amistad profunda. Me gustaría hablarles un poquito de cada uno de mis alumnos.

Teresa es una maravillosa mujer procedente de Taiwan. Inició su práctica de tai chi bajo mi dirección en septiembre de 2006, siendo una cosa muy curiosa que una mujer procedente de la cultura china tuviera una primera aproximación con el tai chi con un mexicano. En un inicio ella me sometía a pruebas para ver que tan a fondo conocía la filosofía taoista y poco a poco me fui ganando su confianza. Se convirtió en mi más fiel estudiante, practicando casi todos los días a mi lado y esforzándose por comprender a fondo las diferentes técnicas. El día que nos despedimos me obsequió mi nombre en chino Ming, En Duo, un sello de cristal y un abanico. Para mi, el mejor regalo será saber que ella sigue adelante con su trabajo dentro del tai chi.



Rozenn es una francesa que conocí en mi trabajo y la primera persona a la que le ofrecí enseñarle tai chi. Al principio no mostró mayor interés, sin embargo posteriormente inició sus estudios y se mostró interesada en avanzar y progresar en el arte del tai chi. Lo mas interesante en el caso de Rozenn fue ver los cambios que se fueron presentando en su personalidad. Se tornó mas tolerante y menos irascible. Su característico temperamento francés se dulcificó y aunque nunca perdió su explosividad, si se tornó muchos menos fácil el detonar el explosivo. A nuestra despedida Rozenn me obsequió un búho maravilloso para engrosar mi colección. Con Rozenn me une una amistad personal profunda y espero que ella tenga la paciencia para crecer en el mundo del tai chi.



Syd es una norteamericana, una gringuita, que inició sus estudios de tai chi al mismo tiempo que Rozenn. Ella es una muy buena amiga de Teresa, pero al inicio se encontraba reticente a practicar tai chi porque quería algo mas “físico” donde aprender a patear, algo así como el karate. Poco a poco fue enamorándose del tai chi y de sus técnicas marciales. Recuerdo que al principio se desesperaba porque veía que faltaba mucho para llegar a la sección en donde empezaría a practicar su pateo. Un día llegó muy molesta a clase, se notaba que algo la había molestado profundamente y no tenía mucha disposición para hacer una practica relajada. Le dije, Syd, este es el mejor momento para que aprendas a patear. Se puso muy contenta. Le enseñé la técnica básica del pateo frontal y la puse a patear durante 30 minutos con una y otra pierna. Al final de la sesión estaba completamente relajada y toda su ira se había disipado. Syd tenía una magnífica manera de lidiar con mis sarcasmos y con mis comentarios anti gringos, los cuales aceptaba con una sonrisa y en muchas ocasiones contestaba con otra dosis de sarcasmo.



Els es una maestra de tai chi en Bélgica. En octubre de 2007 tuve el placer de conocerla cuando invité a mi querida maestra Shelagh a dar un curso en Leuven. Els disfrutó mucho de las enseñanzas de Shelagh y me pidió si podía practicar conmigo los fines de semana. De esta manera, casi todos los sábados manejaba mas de una hora para llegar hasta donde yo practicaba y pasábamos unos 90 minutos haciendo tai chi, empuje de manos y discutiendo sobre nuestra percepción de la vida. Els es una de esas personas que llenan de luz cualquier lugar en el que se presenten. Tímida, pero a la vez con una luz maravillosa, esta guapa mujer flamenca nos daba momentos maravillosos de convivencia. Ya fuera en nuestro lugar de práctica, en mi casa o en la suya, siempre tenía una mirada cálida, un comentario acertado, una recomendación de lectura o un recordatorio de lo que la vida debe de ser, haciendo su presencia entrañable y por los mismo, su ausencia dolorosa. Se que Els ayudará a miles de personas para que encuentren un mejor sentido a sus vidas.



Finalmente, Egemen, un chico de Turquía que inició sus práctica al mismo tiempo que Teresa. Egemen no es el tipo de alumno que lo impresione a uno cuando llega a la clase, sin embargo, su dedicación y su entrega eran el mejor regalo que un profesor puede recibir. Casi no faltaba a clase y era claro que él era un alumno que practicaba en sus ratos libres. Sus preguntas siempre permitían clarificar cosas a todos los alumnos y su sencillez era siempre bienvenida.

Hoy estas cinco personas se encuentran lejos de mi, en el espacio, en el otro lado del océano Atlántico, pero su presencia siempre estará en mi corazón, en mi mente, al lado de mi alma. Doy gracias a la vida por haber tenido la oportunidad de tener a estas maravillosas personas a mi lado y espero que tengan la posibilidad de seguir practicando tai chi.

Gracias Teresa, gracias Rozenn, gracias Syd, gracias Els y gracias Egemen.

4 comentarios:

Gi dijo...

Qué lindo lo que decis sobre tus alumnos de Bélgica.
Yo empecé la práctica hace muy poco, un mes. Hace muchos años hice Kung Fu. La verdad es que me siento muy perdida...
Hay mucho para leer por lo que veo en tu blog. Volveré a por más.
Saludos desde Buenos Aires.

Azukit@ dijo...

Hola,

Mi nombre es Krismarú Vital y soy venezolana, actualmente vivo en la Isla de Margarita pero en julio voy a emprender un viaje a Belgica con mi esposo, la verdad nose por cuanto tiempo estaré allá pero independientemente del tiempo que pase no quiero dejar de practicar Tai-Chi. Soy alumna del Centro de Artes tradicionales chinas Cielo-Tierra-Hombre de Venezuela, sede regional Nueva Esparta, nuestro director General es el Shifu Saúl Terán y mi profesor el Sijin Omar Pericles Paredes. por causalidad estoy leyendo este blog y tal vez podrías orientarme a donde debo dirigirme para continuar mis practicas en Bélgica.

Desde el amor te agradezco cualquier información que me puedas suministrar.

Que tengas un maravilloso día.

Ernesto dijo...

Estimada Azukit

Pues todo depende de en que parte de Bélgica vayas a estar. Mis mas sinceras recomendaciones son para dos maestros, mi estimada amiga Els Muys a quien puedes contactar aquí: Tel. 0475 34 12 88, els@delotusbloem.be
Ella está estudiando actualmente con quien es mi maestra. Els habla inglés de forma perfecta y entiende algo de español
La otra opción que te sugiero es Fred van Hove y a el lo puedes contactar en 0498837999 y en dongfangleuven@gmail.com
Fred es un buen maestro y habla perfectamente inglés.
Estas son las dos mejores escuelas de tai chi que yo conocí en mi tiempo viviendo en Bélgica. Buena suerte!!!

Unknown dijo...

Gracias, me gusto mucho tu articulo por su simplicidad pero a la vez por su sentido profundo como base, como Sifu de tai Chi, entiendo muy bien lo que hablas de tus alumnos y de todo aquello que como acompañantes de un proceso, ganamos, y aprendemos y nos enseñamos a nosotros mismos a la vez que guiamos a otros.
Saludos desde Florida